Pintar el parquet es un proceso que requiere planificación y precisión. Aquí te dejamos una guía detallada para garantizar un resultado profesional:

1. Limpieza profunda: Antes de aplicar cualquier producto, es imprescindible eliminar la suciedad, el polvo y restos de ceras o barnices antiguos. Usa una aspiradora y un paño húmedo para asegurarte de que la superficie esté completamente limpia.
2. Reparación de imperfecciones: Revisa el parquet en busca de grietas o golpes y rellénalos con masilla para madera. Una superficie uniforme garantizará un acabado impecable.
3. Lijado: Este paso es clave para mejorar la adherencia de la pintura. Lija toda la superficie con papel de lija de grano fino o con una lijadora eléctrica. Después, retira el polvo con una mopa húmeda.
4. Protección de áreas cercanas: Usa cinta de pintor para cubrir los zócalos y cualquier superficie que no desees pintar. Esto facilitará la limpieza y garantizará líneas precisas.
5. Aplicación de imprimación: La imprimación es fundamental para mejorar la adhesión de la pintura y proporcionar un acabado más duradero. Aplica una capa uniforme y deja secar según las indicaciones del fabricante.
6. Elección de la pintura adecuada: No todas las pinturas funcionan para suelos de madera. Elige una específica para parquet o suelos de alto tránsito. Las pinturas acrílicas o epoxi son excelentes opciones por su resistencia y durabilidad.
7. Aplicación de la pintura: Usa un rodillo de espuma o una brocha de cerdas suaves para aplicar la pintura en capas finas. Es preferible dar varias capas ligeras en lugar de una gruesa para evitar marcas o irregularidades.
8. Sellado del parquet: Para prolongar la vida de tu pintura, aplica un barniz sellador. Esto protegerá el suelo de arañazos y facilitará su mantenimiento.
9. Tiempo de secado: Respeta los tiempos de secado entre capas y antes de pisar el suelo nuevamente. Lo ideal es esperar al menos 24 horas antes de volver a colocar muebles o alfombras.